Merece una lectura en profundidad este artículo impulsado por el Ministerio de Igualdad y efectuado por el Instituto de la Mujer. Expone la repercusión de la crisis asociada a la COVID-19 que, por sus propias características, afecta de manera diferente a mujeres y hombres. Además, desarrolla las medidas adoptadas para su contención en su triple dimensión:
- Sanitaria
- Social
- Económica
Cuidados: Las mujeres en primera línea de respuesta
Según la encuesta EPA -Encuesta de Población Activa- las mujeres son el 66% del personal sanitario, llegando a 84% en el caso de las enfermeras. En los establecimientos residenciales para mayores y dependientes, las mujeres son el 84% del personal contratado. También son mayoría en servicios esenciales como limpiadoras o cajeras, profesiones imprescindibles y feminizadas, junto con empleadas del hogar y cuidadoras. En el ámbito privado, han funcionado como amortiguador a la crisis social: en ellas recae el 70% de las tareas de cuidado, a lo que se suma el cierre de centros educativos y teletrabajo, con dificultad y falta de corresponsabilidad y de conciliación.
Economía y empleo
La OIT -Organización Internacional del trabajo-estima que podrían perderse 25 millones de empleos en el mundo. La disminución o paralización de la actividad, incidirá en el incremento del desempleo y la precarización en los grupos especialmente vulnerables. Los trabajadores tendrán una pérdida de ingresos que afectará profundamente a quienes trabajen en la economía informal. Serán los sectores del comercio, hostelería y servicios, con una clara feminización, los que sufrirán en mayor medida la crisis económica y en los que la recuperación será más lenta y dilatada en el tiempo. Las mujeres, además, siguen realizando mayoritariamente el trabajo de cuidado (doméstico y de personas dependientes, remunerado y no remunerado). Especial mención merece un sector tan precarizado como el de las trabajadoras del hogar, en el que la existencia del despido por desistimiento y el no reconocimiento de la prestación por desempleo, unido al elevado nivel de exposición al contagio, las sitúan como uno de los grupos más vulnerables.
Surgen sistemas de organización alternativos con la finalidad de mantener la actividad; medidas como el teletrabajo deben implementarse aplicando el enfoque de género y atendiendo al principio de corresponsabilidad. Las circunstancias excepcionales que aumentan la carga de cuidados se reflejan en medidas con impacto de género como la adaptación de horario y reducción de jornada asociadas a circunstancias derivadas por COVID-19, o el subsidio extraordinario para las empleadas del hogar.
Violencia de género y otros tipos de violencia contra las mujeres
La ONU -Organización de las Naciones Unidas- ha realizado un llamamiento mundial para actuar frente al repunte de la violencia de género durante la pandemia. Las mujeres están sometidas a un aumento del riesgo de violencia de género y otros tipos de violencia agravadas por la situación de confinamiento; esto se refleja en el aumento de las peticiones de ayuda por violencia de género durante el confinamiento, con hasta un 733,3 % más consultas virtuales al 016 en la primera quincena de abril respecto a la primera quincena de marzo de este año. Como colectivos especialmente vulnerables:
1. Las mujeres que sufren violencia de género,
2. Las mujeres víctimas de trata y explotación sexual
3. Las mujeres prostituidas
En España se aprobó el Real Decreto Ley de Medidas Urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género como Plan de Contingencia ante la situación de emergencia, con una serie de medidas para ayudar a prevenir, controlar y minimizar las posibles consecuencias a raíz de las medidas de confinamiento. El Plan de Contingencia incorpora una campaña nacional con teléfonos y difusión en diversos idiomas, junto con el inicio de un servicio de mensajería instantánea Whatsapp por las circunstancias excepcionales de esta crisis. Otra medida de protección consiste en la aplicación móvil AlertCops como canal directo con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado si se es víctima o testigo de un hecho de violencia de género. Se mantiene el funcionamiento de dispositivos de información, emergencia y acogida 24 horas.
El estado de irregularidad administrativa de las mujeres víctimas de trata, con dificultades para acceder al sistema público de salud, merece especial atención. Entre el 2015 y el 2018 se registró un incremento del 44% del número de víctimas en Europa. Esta situación está siendo alertada mediante acciones de asistencia integral por Médicos del Mundo. EL Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha un plan para garantizar los derechos de las víctimas de explotación y trata y mujeres en contexto de prostitución.
Respuestas y análisis institucionales contra la COVID-19
Los condicionantes de género determinan la diferencia del impacto de la crisis en mujeres y hombres. Para evitar el agravamiento de las desigualdades, las mujeres deben formar parte tanto de la respuesta como de la toma de decisiones. Las recomendaciones emitidas por ONU mujeres, sitúan las necesidades y el liderazgo de las mujeres en el centro de las respuestas efectivas frente al COVID-19, señalando la protección de los servicios básicos para mujeres y niñas, incluidos los de salud sexual y reproductiva. La cifra de mujeres que puede tomar decisiones sobre sus cuerpos en cuanto a tener relaciones sexuales, uso de anticonceptivos o decidir acceder a servicios de salud, no alcanza el 55% – primer informe global elaborado por la UNFPA (Fondo de Población de Naciones Unidas).
Diferentes acciones y respuestas
En España: Informe sobre Medidas crisis sanitaria COVID 19 del Ministerio de Derechos sociales y Agenda 2030. El confinamiento entre cuatro paredes.
Unión Europea: El Instituto Europeo de Género ha desarrollado el impacto de la igualdad de género en diferentes áreas de la sociedad.
Internacional: Organizaciones como la OIR, Naciones Unidas, UNFPA ONU Mujeres, OCDE han desarrollado y están desarrollando informes y estudios que revisten e incluyen el enfoque de género en el análisis de las consecuencias de la crisis mundial
Irene García Álvarez. Grupo de Inequidades en Salud y Salud Internacional.
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