“Uno de los principales cambios que ha sufrido la revista en estos 20 años es la mayor importancia que ha ido adquiriendo la edición web y las Redes Sociales”

Apenas hace unas semanas se ha publicado el número 4 del volumen 21 de la revista de la SAMFyC. No se ha tratado de un número cualquiera, sino el que celebra el 20 aniversario de esta publicación. Una efeméride tan importante, que hemos querido celebrarlo de la mano de su director, Antonio Manteca.

Acabáis de cumplir 20 años editando la revista. Entiendo que es una efeméride muy importante… Y para celebrarlo habéis organizado un número especial…

En efecto, en este número hemos querido ofrecer un recuerdo a quienes hemos intervenido a lo largo de los años y hemos conseguido que que este proyecto pudiera salir adelante. Empezando por Manolo Gálvez, fundador de la revista. Él había sido presidente de la SAMFyC y cuando lo dejó se le ocurrió que como sociedad científica que éramos, debíamos tener un órgano de expresión científica, un boletín que fuera más allá de la mera comunicación con los socios: una verdadera revista. Me pareció desde el primer momento un reto para una sociedad regional, así que le secundé. Y Manolo consiguió hacerlo realidad siendo él director y yo subdirector. Cuando él lo dejó, en 2010, fui yo quien asumió la dirección.

 

Cuéntanos cómo ha sido la evolución de la revista a lo largo de estas dos décadas, desde que comenzó.

El formato gráfico ha ido cambiando con los años, pero quizás uno de los principales cambios ha sido la importancia que han ido adquiriendo la edición web y las redes sociales. La revista tiene cuenta en Twitter desde hace 8 años, y desde entonces hemos publicado más de 19.000 tuits. Tenemos interacciones desde 40 países distintos, hispanohablantes y no hispanohablantes.

 

Desde luego habéis sabido adaptaros perfectamente a las nuevas necesidades de los lectores.

Es cierto. Porque hemos entendido que si quieres difusión hay que ir más allá del formato papel. De hecho, hay que moverse, sobre todo, en los nuevos formatos. Y eso hemos hecho.

 

Cuando empezasteis, ¿teníais en la cabeza llegar tan lejos?

Desde luego que no. Hemos ido pasito a pasito hasta que hemos conseguido recorrer 20 años, sin casi darnos cuenta. Aunque uno se queda asombrado cuando echa la vista atrás. Es decir, nosotros no mirábamos hacia delante con intención de sacar números durante 20 años, sino solo teniendo en el horizonte el siguiente número.

 

¿Y para los siguientes 20 años, cuáles son los retos?

No quisiera yo pensar en tan lejos. Ya te digo que creo que la clave para conseguir llegar hasta aquí ha sido hacer propósitos de poquito en poquito. Solo pensamos en hacer el próximos número lo mejor posible. Como mucho, los dos próximos números. Pero sí es cierto que me gustaría pasarle el testigo a alguien que quisiera seguir con la dirección con nuevos ímpetus y con juventud. Así que guarda esa pregunta para las generaciones venideras (risas).

 

Ahora nos gustaría saber cómo funciona la revista. ¿Cómo se pone en marcha cada número?

Al igual que en todas las sociedades regionales, nosotros tenemos grupos de trabajo, algunos de los cuales son muy activos. La idea es que esos grupos muevan la investigación dentro de su ámbito o parcela, y después nos hagan aportaciones de originales o artículos de revisión. En efecto es complicado por falta de tiempo, pero creemos que la investigación es una parte importante de la Medicina de Familia.

Una vez que nos llegan los trabajos de los grupos de trabajo —no solo de nuestra sociedad federal, sino de otras— hacemos una primera criba para comprobar que son publicables. Y tengo que decir que en casi la totalidad de las ocasiones, lo son. De hecho, el nivel es bastante bueno.

A continuación, cada artículos pasa a un banco de revisores, para que tenga una revisión por pares. Procuramos que cada artículo tenga al menos dos revisores. Una vez que pasa esa segunda criba, en la que ni el autor ni el revisor conoce la identidad del otro, se le hacen llegar al autor los comentarios o aportaciones que debe tener en cuenta. Y a partir de ahí pasa a la fase de maquetación.

 

El editorial de cada número es el que marca la diferencia. ¿Cómo se eligen los temas y quién los hace?

En efecto, el editorial es el texto en el que más tiene que participar la directiva de la SAMFyC. Los miembros de la misma son quienes eligen el tema de la editorial. Y suelen hacerlo según los temas candentes coincidentes con el momento en el que va a salir la revista. El texto lo escribe el presidente de la sociedad o se lo encarga a un experto en el tema que se haya elegido. Tengo que decir que el editorial es la parte de la revista de la que menos participamos desde la redacción de la revista.

 

¿Cuántos temas/ artículos suele llevar cada número?

Normalmente abre la revista el Editorial. A continuación incluimos otro artículo de opinión denominado Espacio del Usuario, en la que damos voz a los usuarios y que suelen estar redactados por la FACUA, asociación de consumidores de Andalucía. Después aparecen los originales, que es el núcleo de la revista, como en todas las revistas científicas, y que tienen una estructura clásica: introducción, material y métodos, resultado, discusión y bibliografía.

El espacio que aparece a continuación lleva como título Sin bibliografía, porque los investigadores no se ciñen a un corsé tan estricto; sería algo así como los pasillos del centro de salud, en el que se intercambian opiniones de una manera menos formal. Los artículos de Revisión son los siguientes en el orden de la revista.

Después están las cartas al director; y una sección llamada Cuál es su diagnóstico, de casos clínicos. A continuación aparece una serie de secciones menos trascendentes; una de ellas trata de buscar los artículos más interesantes relacionados con la AP que aparecen en revistas de prestigio de todo el mundo.

 

¿Qué papel juegan publicaciones como la vuestra en el colectivo sanitario?

Desde luego, este tipo de publicaciones son muy necesarias. Por ejemplo es bueno para que los investigadores se animen a publicar trabajos de menor envergadura. Creo que todo lo que sea caldo de cultivo de investigación que vaya alimentándose en otras investigaciones, es muy importante y muy beneficioso. De hecho, habría que impulsar más revistas y más investigación de Atención Primaria, porque eso anima al clínico a seguir. Si lo que trabaja en su consulta puede mostrarlo a la comunidad, es un estímulo más para seguir adelante.

 

¿Qué le pediríais desde la revista a la semFYC?

Creo que la semFYC tiene la obligación de dar a conocer a los socios de todo el territorio las revistas e iniciativas que se hacen desde las distintas sociedades federadas. En ese sentido podría tener una labor de difusión divulgativa quizás algo más intensa que hasta ahora a través de su página web y de las redes sociales. Y si además hubiera alguna aportación financiera, bienvenida sería (risas).

 

¿Cómo os ha cambiado la pandemia la manera de trabajar?

Pues en realidad no ha cambiado mucho, porque nosotros ya hacíamos casi todo el proceso a través del correo electrónico y reuniones virtuales. De hecho, yo vivo en Málaga y la sede de la revista y de la sociedad, está en Granada. Andalucía es un terreno muy extenso, de modo que hace tiempo que trabajamos de forma virtual. Lo que sí ha repercutido es que con la pandemia la AP está saturada y sobrepasada, de modo que los materiales de investigación no llegan como a nosotros nos gustaría. Por otro lado, al no haber congresos, hay menor cantidad de trabajos.

 

¿Algo más que añadir?

Solo daros las gracias por estar atentos a nuestro aniversario y dárselo a conocer al resto de socios.

También me gustaría subrayar de nuevo la importancia de la investigación para el médico de familia.

 

 

 

Consulta aquí la edición especial del 20 aniversario de la revista al completo [+]

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