Financiado por el 3rd EU-Funded Health Program, Happy Patient es el nuevo proyecto europeo en el que participará la semFYC durante los próximos tres años, aportando valor científico a las intervenciones formativas del proyecto que se desarrollarán con profesionales sanitarios en 8 países europeos a nivel de la Atención Primaria, secundaria y de residencias de ancianos. Además, la semFYC también se encarga de coordinar la comunicación nacional e internacional del proyecto, que está liderado por el Institut Català de la Salut (ICS) y el Institut d’Investigació IDIAPJGol – Atenció Primària. Así mismo, cuenta con la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y su Fundación Parque Tecnológico como líderes en la evaluación de la estrategia y con el Instituto de Paciente de la Universitat Internacional de Catalunya.
Creado como respuesta de la Comisión Europea para abordar el crecimiento de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) en los últimos 20 años, el proyecto HAPPY PATIENT está formado por 16 organizaciones científicas, universitarias y clínicas de 8 países europeos (España, Francia, Alemania, Holanda, Polonia, Lituania, Grecia, Dinamarca y Noruega). La destacable participación española en el proyecto se basa en el liderazgo del Institut Català de la Salut y del Institut d’Investigació IDIAPJGol – Atenció Primària, quienes coordinan el consorcio. Por otro lado, la Universidad de las Palmas de Gran Canaria y su Fundación Parque Tecnológico se encargará de la evaluación de los resultados del proyecto; y la Universitat Internacional de Catalunya ejercerá como patient care research organization, es decir, que se encargará de trabajar en contacto estrecho con las organizaciones de pacientes.
Por su parte, la semFYC se encargará de la estrategia de comunicación dada su experiencia con grupos profesionales y con la difusión científica al público general. El proyecto comenzará su labor con una reunión de lanzamiento que será virtual, los próximos 14 y 15 de enero.
A a lo largo de estos 3 años el proyecto propone investigar las necesidades y realidades de cada uno de estos países y estrategias y materiales de formación adaptadas en los países en los que más antibióticos se prescriben: España, Francia, Grecia y Polonia; y Lituania, cuyos datos de consumo se encuentran en la parte más baja del ranking europeo. El objetivo es prevenir hasta en un 40% la prescripción incorrecta y masiva de antibióticos en los distintos niveles de atención sanitaria.
Los responsables del proyecto sostienen que “después de dos décadas de esfuerzo para abordar el crecimiento de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), la urgencia del problema es ahora aún mayor. El uso inadecuado de antibióticos es el principal impulsor del desarrollo y la propagación crecientes de la resistencia a los antimicrobianos”. Tanto es así que los datos de la Red Europea de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (EARS-Net) muestran que en 2015 alrededor de 33,110 muertes fueron atribuibles a dicha resistencia, mientras que para 2050 esa cifra podría llegar a los 10 millones.
Los médicos y las médicas, y los pacientes del primer nivel asistencial serán el público objetivo de este proyecto, junto con los profesionales de enfermería así como los dentistas y otras especialidades en Atención Secundaria, farmacéuticos y residencias de ancianos. Los centros de investigación tendrán un papel relevante a la hora de analizar los datos y elaborar las diferentes estrategias previstas datos de las diferentes intervenciones previstas.
Europa y los antibióticos
La actual prescripción de antibióticos es una de las mayores amenazas para las sociedades occidentales, tal y como ha advertido en diversas ocasiones la sección europea de la OMS. Según datos facilitados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), hasta 25.000 personas mueren de media cada año en Europa como consecuencia directa del mal uso de antibióticos, una cifra que se eleva hasta las 30.000 en Estados Unidos.
El aumento de la mortalidad relacionado con la resistencia de los microorganismos está alcanzando niveles alarmantes en muchas otras partes del mundo debido, entre otras circunstancias, al uso masivo de estos medicamentos en animales como consecuencia de la industrialización de los procesos de producción de carne.
El pasado año 2019 se publicó la primera encuesta realizada entre trabajadores sanitarios, en la que participaron 18.000 profesionales en 24 países de la UE. En ella se evaluaba su conocimiento sobre el uso y la resistencia de antibióticos y se concluyó que el 75% de los médicos y médicas de Europa no conocen a fecha de hoy en profundidad las consecuencias de la resistencia a estos medicamentos.
Altas tasas de resistencia en infecciones del tracto urinario, sepsis, infecciones de transmisión sexual y algunas formas de diarrea
Una de las tareas más importantes en la lucha contra la resistencia a los antibióticos es clasificar la resistencia a los antimicrobianos una por una y caso por caso. En este sentido, se sabe que las infecciones bacterianas comunes, incluidas las infecciones del tracto urinario, la sepsis, las infecciones de transmisión sexual y algunas formas de diarrea, tienen altas tasas de resistencia a los antibióticos, que se usan con frecuencia como tratamiento, en todo el mundo. Se encontró una tasa de resistencia a ciprofloxacina, un antibiótico comúnmente utilizado para tratar infecciones del tracto urinario, de entre el 8,4% y el 92,9% en escherichia coli and; y entre el 4,1% y el 79,4% en klebsiella pneumoniae, según informó recientemente el Sistema Global de Vigilancia de la Resistencia y el Uso de Antimicrobianos (GLASS).
En otro orden de enfermedades, las cepas de Mycobacterium resistentes a los antibióticos son ya una amenaza real en la contención de la epidemia mundial de tuberculosis. La OMS estima que en 2018 hubo alrededor de medio millón de casos nuevos de tuberculosis resistente a la rifampicina (TB-RR) identificados a nivel mundial. En cuanto a la tuberculosis MDR-TB se ha descubierto que también es resistente a los dos medicamentos antituberculosos más potentes jamás creados. Menos del 60% de los tratados por MDR / RR-TB se curaron con éxito.
Antibióticos y COVID-19: una relación peligrosa
Aunque por ahora no existen estudios relevantes que hayan vinculado una mayor mortalidad por COVID-19 a un historial nacional de mala prescripción de antibióticos, los responsables de HAPPY PATIENT, con el médico de familia e investigador de la semFYC Carles Llor a la cabeza, coinciden en destacar que un sistema inmunológico expuesto en exceso a los antibióticos se encuentra en peores condiciones para afrontar un nuevo virus para el que no hay defensas.
En palabras del propio Llor, “un mayor número de complicaciones en los pacientes expuestos a un uso prolongado de antibióticos son previsibles especialmente en el contexto de las residencias de ancianos, donde el uso de antibióticos está cerca de ser arbitrario ”.
El científico Carles Llor advierte que “ante la pandemia mundial COVID-19, las personas con enfermedades respiratorias están siendo tratadas con antibióticos en todo el mundo, sin que esto repercuta en la mejora de su salud ni en la eliminación del virus”, y considera que “si en este momento podemos hablar de una disminución de la prescripción de antibióticos a nivel europeo, no es gracias a un cambio en la práctica farmacológica, sino a una consecuencia colateral de los encierros, que han impedido el contacto cercano con los pacientes ”. Llor también opina que “la pandemia de COVID-19 puede ser una oportunidad única para hacer borrón y cuenta nueva en las costumbres y los automatismos de antibióticos a los que recurren demasiados profesionales de la salud cuando tienen que navegar por los mares de la incertidumbre diagnóstica”.
El proyecto
HAPPY PATIENT implementará un enfoque centrado en el paciente, involucrando a los profesionales de la salud, que actúan como primeros puntos de contacto con el sistema de atención sanitaria y son responsables del manejo de las infecciones adquiridas en la comunidad. Los profesionales sanitarios que participarán en el proyecto HAPPY PATIENT son:
• Proveedores de servicios de Atención Primaria de salud, como médicos/as de familia, enfermería y dentistas.
• Médicos de urgencias
• Profesionales sanitarios en residencias
• Farmacéuticos.
El trabajo del proyecto pondrá a disposición prácticas y materiales enfocados en la interacción más importante en términos de comprensión e implementación de una prescripción y uso de antimicrobianos más responsable para el consumo humano: la interacción entre los profesionales de la salud y los pacientes. Como resultado, se generará un impacto continuo mediante la capacidad inmediata de localizar y ampliar los productos a nivel nacional, regional y local.
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Partners del Happy Patient
El Consorcio del Proyecto Happy Patient está formado por el Institut Català de la Salut (ICS) & IDIAPJGol Research Institute, University of Copenhagen (UCPH), University of Southern Denmark (SDU) y su Unidad de Investigación de Práctica General Odense (RUPO), Norwegian Research Center (NORCE), Región Capital de Dinamarca, Rijksuniversiteit Groningen (RUG), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico (FCPCT), Hospital Universitario de Niza (CHU de Niza), My Family Doctor (Mano Seimos Gydytojas), Universidad Médica de Lodz (MUL) ), Universidad de Creta (UoC), Sociedad Española de Médicos Generales (SEMFYC), Asociación Europea de Farmacología Clínica (EACPT), Centre Hospitalier Universitaire de Rennes (CHU Rennes) y Universidad Internacional de Cataluña – Instituto de Pacientes (UIC).
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